Sinopsis:
Becca, una psicóloga mediática que sigue métodos poco ortodoxos,
y Axel, su guapísimo pero inescrutable cámara, viven intensa y apasionadamente
algo que es cualquier cosa menos una historia de amor convencio
Opinión
personal:
La
tercera y última parte de El diván de
Becca me ha encantado aunque
también
me ha dado mucha pena acabar la trilogía por lo mucho que me
ha
gustado.
Becca
se siente enfadada y asustada porque Axel no está con ella y el
acosador
sigue suelto.
Axel
volverá a su lado y decide contarle todo su pasado para que ella le
ayude
pero él decidirá cuándo hacerlo.
En
esta última parte se resuelven todos los conflictos y problemas. Por lo
tanto
veremos cómo avanza la relación de Becca y Axel y la de Ingrid y
Bruno.
Y también tendremos nuevos lugares a los que nos llevara la
historia
como por ejemplo, Estados Unidos, y es que unos americanos
han
decido comprar los derechos del Diván.
Becca
evoluciona mucho a lo largo de la trilogía y ahora es más atrevida,
espontánea
y más cercana. Y Axel aunque le cueste un poco también
evoluciona
y consigue abrirse a Becca y decirle lo que siente por ella.
Nos
encontraremos con nuevos personajes, y también con otros que ya
conocemos
como los pacientes de Becca de las anteriores entregas.
Por
fin sabremos quién es Vendetta y porque quiere hacerle daño a
Becca
y la verdad es que en absoluto me esperaba lo que pasó.
El
ritmo sigue siendo ágil y adictivo como en las anteriores entregas.
El
final es de película y precioso, aunque me ha faltado un epílogo para
saber
cómo les iba a nuestros protagonistas tal vez unos meses
después.
Pero de todas formas es una trilogía que me ha encantado, que
voy
a recomendar siempre y por supuesto voy a leer más novelas de
esta
autora.
PUNTUACIÓN:
5/5
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